El mejoramiento de las instalaciones del complejo deportivo existente, parte de la densificación en altura de usos y de la adaptación volumétrica a la escala y a la geometría del entorno próximo. Hemos imaginado unas instalaciones deportivas con una piel vegetal, como montañas que extienden el verde de la Plaza de la Bandera.

Los tres edificios propuestos: canchas deportivas, piscina y servicios; están semienterrados a diferentes niveles, y utilizan sus cubiertas y fachadas para extender el programa deportivo y generar diferentes filtros de luz.

Estos tres volúmenes conversan entre sí y ordenan funcionalmente el programa deportivo. Las plataformas a diferentes niveles y las cubiertas con siluetas inclinadas evocan los perfiles de las montañas que rodean el valle de Quillabamba. Las plataformas a tres niveles organizan el programa y permiten la ubicación de graderíos para los observadores.