En contraposición a las escuelas tradicionales que soportan un único concepto de educación, la renovación del Complejo escolar en La Paz, pretende hacer del espacio escolar un hábitat para el aprendizaje. La estrategia fundamental espacial es la de vincular el programa entre sí a través de una plataforma o zócalo común. Esto permite garantizar la fluidez volumétrica y generar un espacio abierto y flexible. A su vez, esta plataforma base permite salvar las diferencias de nivel entre las esquinas del lote, así como establecer un límite en altura con los edificios existentes.
Para su construcción, se propone un sistema modular que permite una edificación progresiva y en etapas. Esto es necesario para garantizar la continuidad de la enseñanza durante el proceso de reforma. Los espacios se adaptan a múltiples situaciones pedagógicas promoviendo un aprendizaje activo y colaborativo. Cada espacio se vincula al siguiente de manera continua y fluida. Se propone un sistema de construcción flexible, adaptable a múltiples disposiciones y situaciones pedagógicas.
Localización
Se ubica frente a la Avenida Brasil en el barrio de Miraflores de la ciudad boliviana de La Paz. Esta avenida es de una gran afluencia de tráfico. En ella se encuentran equipamientos de gran escala como hospitales y clínicas. Es por ello que el bloque de mayor altura se alinea a este frente. Con el objetivo de proteger del ruido al resto del colegio y crear un interior de menor escala, un espacio abierto y flexible. A su vez, la gran plataforma peatonal protege las circulaciones peatonales y redirige el acceso escolar y el de la movilidad escolar hacia la calle de menor tránsito.
Fases de construcción
En este proyecto era fundamental conciliar el estado actual de las instalaciones con la nueva construcción. Para no interferir con el desarrollo de las clases, se plantea un proyecto por fases con demoliciones parciales. En la primera etapa, se construye el nuevo bloque de primaria, al que se trasladarán los actuales alumnos una vez terminada esta fase. De este modo, se podrá proceder a la demolición posterior de la escuela de primaria existente, para poder comenzar con la construcción del resto de instalaciones. En una segunda fase, se construyen los módulos de secundaria, volumen transversal que conecta con primaria y protege los edificios existentes a restaurar que no se demolerán. En una tercera y cuarta fase se construyen los módulos de kinder y la plataforma unificadora.
Sustitución de volúmenes
En el siguiente esquema se distingue la dotación actual de la propuesta en el proyecto. Es evidente la densificación de la manzana y el mayor aprovechamiento de áreas deportivas y recreativas comunes para todos los alumnos del complejo educativo.
Distribución
La distribución responde a la factibilidad de las fases constructivas, a la dotación requerida y a un esquema racional de aprovechamiento del espacio y de la topografía. Es de destacar, que la guardería o kinder para los alumnos de inicial, se convierte en el espacio más lúdico y más controlado con patios que se encuentran horadando la plataforma principal.
Planimetría
La topografía permite que la plataforma principal aloje el equipamiento deportivo y todas las zonas comunes, configurando un espacio abierto y flexible. Con una excavación en algunas zonas de tan solo un nivel, se consigue un basamento de 7 metros de altura. Todas las aulas, así como las zonas comunes disfrutan de ventilación e iluminación natural gracias al juego de patios y desniveles. Mediante estas estrategias espaciales, el complejo escolar consigue la densidad requerida sin tener que sacrificar ningún área, y consigue una calidad ambiental mucho mayor a la actual.