Cuando hablamos de espacios públicos estamos hablando de parques, zonas verdes, lomas, canchas de fútbol, etc. Además, cualquier espacio que brinde este tipo de servicios es un ecosistema. Un ecosistema en el que la población interacciona con la captación de monóxido de carbono que brinda un poco más de aire fresco a la ciudad.
Finalmente, para que un espacio público cumpla adecuadamente su función, debe poder ser disfrutado activamente como tal y no solo contemplado a lo lejos o desde lo alto de un edificio. Esto sucede cuando se prohíbe la entrada a un parque o se le enreja para impedir su uso público. No existe absurdo urbano mayor que un espacio público prohibido al acceso público. Lamentablemente, a veces, las autoridades municipales prefieren impedir su uso antes que reglamentarlo adecuadamente para su disfrute ordenado en base a ciertos horarios y reglas de conducta.
¿Por qué es importante preservar los espacios públicos?
Las ciudades se han desarrollado para la convivencia e interacción de los seres humanos. Los espacios públicos son por excelencia los lugares donde estas funciones se pueden realizar con mayor libertad sin importar la condición de cada ciudadano. También, son áreas en las que la gente puede encontrarse, divertirse, descansar, protestar y reconocerse como miembro de una comunidad más grande. Seguir perdiendo espacios públicos significaría eliminar todas esas posibilidades. Además, en un escenario en el que las familias viven en casas o departamentos cada vez más pequeños, los espacios públicos se vuelven casi la única posibilidad para el ocio, el juego y el encuentro.
¿Nos ha servido tener solo normas?
Según el abogado Augusto Rey, las normas vigentes en Perú son totalmente insuficientes. Por un lado, la Ley Orgánica de Municipalidades no hace ninguna referencia a los espacios públicos. Por otro lado, los municipios requieren de una ley de alcance nacional que establezca parámetros generales que todas las ordenanzas deben observar. Una ley de espacios públicos se vuelve más urgente todavía si consideramos que el Perú no cuenta con políticas urbanas y menos con criterios estables para el aprovechamiento debido de los espacios públicos.
¿Porqué reclamar una ley que proteja nuestros espacios públicos?
Los casos del parque Manhattan en Comas, el parque Castilla en Lince y la Plaza de Armas en Huancayo evidencian que existe un problema. Hay una demanda ciudadana para no afectar esos espacios públicos y no hay claridad por parte de las autoridades municipales sobre qué hacer. Definitivamente es un tema que no está resuelto. La población está demandando una solución, una participación activa de parte de las municipalidades y no hay claridad en el marco legislativo. Además, no estamos ajenos a la realidad de que durante años las migraciones de las zonas rurales a las zonas urbanas generaron un crecimiento descontrolado. El aumento de población genera la construcción de más viviendas y ampliación de pistas, entre otros efectos. Como resultado de la mala gestión de las ciudades, estas crecen de forma caótica reduciendo o eliminando áreas verdes.
Cortesía de la Pluma
¿Existe alguna ley que respalde la protección de los espacios públicos?
El 15 de Abril del 2021 aprueban en Perú la «Ley de Gestión y protección de los espacios públicos». La presente ley tiene como objetivo establecer el marco normativo para la gestión, protección, manejo y sostenibilidad de los espacios públicos. Los espacios públicos son elementos esenciales para la mejora de la calidad de la vida de las personas y del ambiente en la ciudad. Garantizar su uso público, a través del trabajo coordinado, participativo y técnicamente consistente de las instituciones y organismos competentes es objetivo de la nueva Ley.
Principios
Derechos
1. Derecho a la ciudad. Garantiza a todas las personas el acceso a todos los servicios que se aglomeran en la ciudad, como servicios básicos, derecho a la vivienda, creación de espacios públicos, mecanismos de participación, servicios ambientales, culturales, económicos y financieros, reconocidos por la Constitución Política del Perú y los tratados internacionales suscritos por el Perú en la materia, con la finalidad de alcanzar el pleno ejercicio de un nivel de vida adecuado.
2. Derecho al bienestar. Garantía de las condiciones necesarias que hacen posible el desarrollo humano a lo largo del ciclo de vida de las personas, incluyendo un ambiente sano y equilibrado, la tranquilidad, el disfrute del tiempo libre y el descanso, conforme lo señalan los numerales 8 y 22 del artículo 2 de la Constitución Política del Perú.
Seguridad y sostenibilidad
3. Seguridad ciudadana y riesgos. Al promover su uso y apropiación por la ciudadanía, los espacios públicos cumplen una función como zonas de evacuación y refugio. También contribuyen a la seguridad de la ciudadanía. El fortalecimiento de las instituciones, políticas y medios de protección de las personas y su patrimonio frente a riesgos y amenazas, es objetivo de la nueva Ley.
4. Sostenibilidad ambiental. El manejo sostenible de los espacios públicos contribuye al bienestar ambiental, social y económico de las ciudades. Más aún en un contexto de cambio climático, promoviendo el uso sostenible del agua, de los recursos naturales renovables y no renovables y la regeneración y creación de áreas verdes.
5. Accesibilidad universal y movilidad. Promoviendo una adecuada accesibilidad e interrelación entre diferentes actividades urbanas mediante la flexibilidad de usos compatibles del suelo y densidades sustentables. Además, un patrón coherente de redes viales, la racionalidad en la distribución de los equipamientos y movilidad efectiva y segura para todo tipo de usuario.
6. Participación y consulta. El manejo de los espacios públicos debe incorporar la activa participación de los ciudadanos y las instituciones de la ciudad. Ha de hacerse mediante el acceso oportuno, completo y amigable a información necesaria, a fin de lograr compromisos para su conservación, protección y mantenimiento.
7. Ciudadanía. El reconocimiento social y jurídico de los derechos y deberes de toda persona por su pertenencia a una comunidad de base territorial y cultural. El ejercicio de ciudadanía consolida y profundiza la democracia, la cohesión social y la equidad. Este ejercicio se concreta en los mecanismos de participación en la toma de decisiones.