Se proponen 60 viviendas públicas en régimen de alquiler en Melilla. Y como piezas de un juego de tetris, las viviendas se deslizan en torno a cuatro patios abiertos que son el corazón de los edificios. Sirven no solo para ventilar las viviendas; son un medio de climatización natural y el espacio común de los vecinos. Dos patios de las palmeras y dos patios del agua. Los primeros, llegan a planta de garaje, los segundos, tienen una lámina de agua en la entreplanta para refrescar las viviendas. Ambos, rodeados de terrazas en planta primera y segunda.

La configuración de las plantas responde a criterios de accesibilidad y salubridad. En una parcelas tan cuadradas, con una densidad tan alta de ocupación y un alto número de viviendas por planta, la mayor dificultad reside en conseguir que todas las viviendas tengan una repercusión de fachada digna, una ventilación y soleamiento adecuados y un acceso rápido y sencillo. Para poder conseguir estos objetivos se optó por la utilización de estos 4 patios articuladores.